miércoles, 17 de febrero de 2016

La perdida de mi razón

Recorrí caminos, mis pies se han cansado, y aún falta tanto para llegar...
Me vi caminando en la acera, con la vista perdida en el suelo y no me atreví a hablar. Vi que en mis ojos edificios ardían y se desplomaban, y fui solo otro rostro espectador asustado. Traté de advertirme cuando vi que mi mano y la mano de mi otro yo se estrechaban en señal de mi futura perdición, y no me atreví a intervenir, pues, siempre permanecí quieto, fingiendo despreocupación, como al observar personas y amantes pasar. Me vi atrapado en mi angustia y desperté en el fondo del mar, sonriendo...
A veces no puedo detenerme al soñar, quizá esté destinado volar, sin vuelta atrás, y con mis anhelos tan lejanos, escapando, como gaviotas hacia la perdida de mi razón.