viernes, 29 de mayo de 2015

Soledad...

Soledad...: Que acaramela mis deseos de escribir; que arranca mi alegría y la escupe, ofendiendo y menospreciando; que me obliga a vivir marginado en las sombras donde truena y llueve; que con ira me abofetea hiriendo a mi autoestima y a mi confianza; que lacera brutalmente a lo emocional, dejando marcas que nadie se detiene a notar, por lo tanto nadie puede curar; que me encadena al banco de la plaza a percibir y sentir el aroma del alborozo ajeno, recordándome que jamas podré experimentarlo; que me condena a ser tercera persona y testigo de mi desgarradora agonía interminable...
Ironía en ella... Por encontrarse excesivamente acompañada, de almas vacías y desamparadas, condenadas a ser por siempre solitarias...

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