sábado, 11 de abril de 2015

Un sorzal, un cuervo

Quién dijo que no te pienso? Sin exagerar, eres el encendedor de mis pensamientos. Como un sorzal por la mañana. Eres la primera en visitar mi patio. En secuencias te graficas, con ojos de neurosis te desgañitas hacia mi en silencio. Te permites congelarte con tal fatalismo ahí fuera como si la única importancia fuera clavarme afiladas y cortantes garras en el corazón, sin razón mas que depresión espontanea. Es así como te pienso. Inocente y delicado zorzal transformado en cuervo; observando desde la oscuridad, arrancando mis ojos sin racionalidad.

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